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Tres prácticas de nutrición funcional, para ayudar a mantener tu microbioma intestinal.



Cuando consideramos que hay billones de microbios que habitan en nuestro tracto digestivo, tiene sentido que estos poderosos microorganismos influyen en nuestra salud en general. De hecho, desde una perspectiva de la nutrición funcional (que considera cada aspecto del individuo, como la salud, la dieta y el estilo de vida), la salud intestinal es el punto de partida para un bienestar duradero.

También conocido como el “segundo cerebro”, el sistema digestivo contiene una combinación única de bacterias vivas. Estas bacterias son tanto “buenas” como “malas” y dichas bacterias influyen en todo, desde la digestión hasta la inmunidad. La buena salud intestinal ocurre cuando estas especies prosperan en equilibrio, por lo tanto, mantener su equilibrio es fundamental para apoyar todos los sistemas dentro del cuerpo humano.

La nutrióloga funcional, Ximena Araya-Fischel, del programa “mindbodygreen” nos comparte tres prácticas para promover la salud integral en general y ayudar a mantener nuestro microbioma intestinal.


1. Consume alimentos que favorecen el intestino:

Llena tus platos con alimentos orgánicos, no transgénicos, ricos en grasas saludables, cultivados localmente y de cultivo sostenible que sean fáciles de digerir. A continuación, te mostramos algunos ejemplos de alimentos que deberías incorporar a tu rutina de alimentación saludable.

  • Grasas saturadas – pescados grasos silvestres, aguacate, aceite de oliva extra virgen, frutos secos…

  • Especias – Jengibre, cardamomo, pimienta de cayena, cúrcuma…

  • Alimentos ricos en polifenoles – Bayas, cacao, semillas de chía, nueces…

  • Verduras de hojas verdes – Espinacas, col rizada, berza…

  • Alimentos probióticos – Alimentos fermentados como kimchi, yogurt, encurtidos, chucrut, miso…

  • Alimentos prebióticos – Espárragos crudos, jícama cruda, plátanos verdes, hojas de diente de león, ajo crudo, achicoria…

2. Adopta un enfoque proactivo:

A través del lente de la nutrición funcional, el ser proactivo sobre un problema antes de que ocurra, es fundamental para promover la salud sostenible. La nutrición funcional analiza cómo las elecciones dietéticas y de estilo de vida pueden ayudar a la salud intestinal a diario, no solo cuando hay un problema. Esto significa apoyo regular a través de opciones de nutrición de alta calidad, movimiento regular y, en algunas ocasiones, suplementos específicos.

3. La variedad es la clave:

Asegurar un microbioma intestinal vibrante y saludable comienza con brindarle a tu cuerpo las mejores fuentes y la variedad de nutrientes que necesita. Esto incluye comer alimentos fermentados, tomar un probiótico (como el suplemento probiótico + de mbg), e incluir vegetales ricos en fibra, grasas saludables y proteínas magras a tu dieta.


¡Al realizar estos cambios estratégicos en el estilo de vida y la dieta, puedes apoyar positivamente a los microbios en tu intestino y darle a tu cuerpo una base de bienestar!



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